¿Nos van a dejar recurrir las multas?

La DGT sigue sorprendiendo con sus medidas que cada vez muestran más claramente su afán de recaudar cada vez más. Los últimos planes de la DGT son acortar los plazos para recurrir multas y, además, quieren que el pago de las sanciones sea en el acto. Cada día queda más probado que la DGT, aparte de intentar mejorar la circulación y evitar accidentes, también está para hacer dinero consiguiendo que paguemos pronto las multas y no recurramos. Los derechos de los automovilistas van a verse reducidos.

Menos tiempo para recurrir una multa

Como ya he mencionado, la DGT está pensando en cambiar el actual sistema de recursos de multas, el objetivo final es que los conductores sancionados tengamos menos tiempo para recurrir nuestras multas al acortar significativamente los plazos. El argumento expuesto por la DGT para llevar a cabo el cambio es que, de esta manera, tendremos un sistema de recursos de multas más ágil y eficaz.

Hasta ahora existen dos pasos para evitar la multa y la correspondiente sanción: primero se pueden presentar alegaciones y, en caso de que la DGT no las estime, se puede recurrir. El nuevo plan, del que ya hay disponible un borrador, aglutinará estos dos pasos, alegaciones y recurso, en uno sólo.

Pagar en el acto las multas será obligatorio

Otro importante aspecto del nuevo plan sancionador que quiere introducir el Gobierno es la obligación de que el pago de la sanción se realice en el momento de recibir la notificación de denuncia, antes de recurrir la multa. Es decir, tendremos que pagar la multa y después recurrir, cosa que muchos por pereza no haremos. Se trata, por tanto, de una forma de reducir el número de recursos. El modelo es parecido al ya implantado en Portugal, aunque allí, si se decide acudir a los tribunales tras agotar la vía administrativa, te devuelven el importe de la multa antes del juicio, cosa que no ocurrirá en España.

El conductor habitual responsable de las multas

Asimismo, otro de los puntos que la DGT pretende modificar, es el aspecto relativo a la identificación del conductor que comete la infracción y recibe la correspondiente multa. Así, los propietarios de los vehículos, a la hora de matricularlo, tendrán que indicar quien va a ser el conductor habitual, el cual será responsable de las multas y sanciones que lleguen, tanto de pérdida de puntos como económicas. De esta manera, se pretenden solventar los problemas que actualmente surgen cuando la DGT no es capaz de identificar al conductor autor de una infracción, estando prevista la existencia multas de hasta 1.500 euros para el propietario del coche pero que no comportan la pérdida de puntos. Desde luego, el actual sistema de poca Guardia Civil y muchos radares, favorece la aparición de este tipo de problemas.

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