Tener en cuenta cuáles son los límites de velocidad es clave para evitar accidentes de tráfico, atropellamientos, choques… e incluso salvar vidas. Además, te hará ahorrar puntos y dinero. A continuación, te contamos todo lo que deberías saber sobre los límites de seguridad:
En España, la velocidad inadecuada es una de las principales y más destacadas causas de accidentes de tráfico, al igual que el alcohol y las distracciones. La causa está bien clara: estos factores dificultan el adecuado procedimiento de la conducción. Este es un hecho objetivo científicamente comprobado, diversos estudios lo demuestran. Además, se trata de un factor de riesgo asociado a 1 de cada 5 accidentes con víctimas. Desgraciadamente, debido al aumento de la velocidad, los accidentes en general suelen ser un 60% más mortales de lo que serían a una velocidad responsable siguiendo las normas. De hecho, independientemente de que el hecho de que la causa de un accidente de tráfico haya sido o no el conducir a una velocidad excesiva, siempre contribuye a que el accidente sea mortal si se ha conducido a una velocidad inadecuada.
Por ejemplo, los peatones y ciclistas son un colectivo muy vulnerable frente a este tipo de conductas irresponsables. Para entender mejor el contexto, a 30 km/h únicamente el 5% de los peatones fallecería mientras que a 50 km/h la cifra de muertos ascendería al 50%. A un nivel mayor, 80 km/h, los peatones en su mayoría morirían a causa de las diferentes lesiones. En el caso de una velocidad menor, 30 km/h, ésta ya supone un peligro significante ya que existe una probabilidad muy alta de causar diferentes discapacidades al peatón.
Frente a esta situación, las limitaciones de velocidad son una herramienta necesaria e imprescindible para reducir las tasas de accidentalidad. Una velocidad adecuada siempre será una protección frente a posibles peligros.
Existen muchas personas que hoy en día consideran que las actuales normas y limitaciones de velocidad son exageradas, asegurando que los nuevos modelos de coche ofrecen una mayor seguridad sin renunciar a la velocidad. La realidad es que siempre que se aumenta la velocidad se potencian los errores por parte del individuo. Por tanto, es importante eliminar esta creencia ya que, aunque ahora las infraestructuras y los automóviles sean mejores, la sociedad no ha mejorado en la carretera. Se siguen cometiendo los mismos errores.
Cuando la velocidad es mayor, es mucho más complejo para la persona que está conduciendo tener un control total sobre el vehículo. Así, es mucho más fácil cometer errores ocasionando posibles incidentes. Por lo tanto, debido a un exceso de velocidad cualquier accidente será más grave que si se hubiera empleado la adecuada. En definitiva, con una velocidad inadecuada, tarde o temprano siempre se acaban sufriendo siniestros poniéndose en peligro a uno mismo y a los demás.
En cambio, conducir a una velocidad adecuada es todo un acto de empatía llegando a proteger y asegurar a los demás frente a posibles incidencias, accidentes, peligros… de esta manera, conducir a la velocidad permitida siempre hará que todo sea menos peligroso. Incluso en caso de sufrir un accidente, siempre será de menor gravedad. ¡Es un gesto que siempre sumará!
¿Por qué existen los límites de velocidad?
Hay que tener en cuenta que las autoridades establecen estos límites con una razón. Las infraestructuras, principalmente carreteras, están diseñadas acorde a los límites existentes. Viajando a la velocidad adecuada se salvarían infinidad de vidas, aproximadamente un cuarto de los fallecidos por siniestros de tráfico. Conducir de manera temeraria, agresiva o descontrolada puede convertir la experiencia de la conducción en toda una pesadilla.
En conclusión, se trata de una cuestión de responsabilidad: es por el bien común. Por ello, conocer los límites de velocidad puede ahorrarte diversas sanciones de tráfico que pueden costar una buena cantidad de dinero... y de puntos de tu carnet. Este es un factor que hay que valorar. Respetando las normas, la cantidad de puntos seguirá intacta. ¡Y también nuestro bolsillo!
Las multas tienen un impacto económico enorme en las personas que no ejercen una conducción responsable. Este puede representar un desajuste y un desembolso económico fuerte, generando así situaciones de precariedad, falta de recursos... Por otro lado, el carnet de conducir puede llegar a ser retirado. Si, pasado un tiempo, ya no se dispone de todos los puntos, es muy fácil a largo plazo perderlos todos. Esto puede convertirse en un grave problema, ya que no podremos conducir durante un periodo de tiempo bastante largo.
La mejor decisión es siempre actuar de una manera responsable cuidando nuestro entorno a todos los niveles: humano, económico, etc. Es la responsabilidad de todos conducir y actuar atendiendo a las diferentes normas y con precaución. Más allá de las multas y/o retirada del carnet de conducir, se trata de un factor humano. Por el bien de todos, por un mundo mejor: respeta los límites de velocidad.
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