No hay nada más desagradable que, sin esperarlo, encontrarnos de repente con una multa por algún descuido. Por esa razón es normal que, en ese mismo instante, empecemos a dudar de cuál debe ser nuestra postura, es decir, qué debemos hacer para solucionarlo. Por ello os vamos a dar algunas pautas con las que os intentaremos ayudar a que toméis la decisión más acertada en cada caso.
Cómo actuar en caso de que me llegue una multa
En primer lugar es importante saber actuar en el caso de que nos llegue una multa, y es que se trata de un tramo bastante desagradable, de manera que en ese momento no sabemos bien cómo actuar y, por supuesto, tampoco tenemos experiencia en este sentido, con lo cual nos sentimos un poco en el limbo, es decir, no se nos ocurre en ese instante dónde recurrir ni qué hacer para realizar el pago.
Cabe destacar que, por norma general, cuando nos ponen una multa, automáticamente nos lo notifican en ese mismo instante y nos dan una copia de la misma. Sin embargo, evidentemente hay circunstancias en las que esto no es posible, como por ejemplo el hecho de que superemos la velocidad y nos encontremos con una multa de radar.
En este caso, las multas llegan a nuestra casa mediante correo certificado, con lo cual evidentemente se garantiza que nos van a notificar. En este caso, muchas veces pensamos sobre qué es lo que ocurriría si no recogemos esa carta, evidentemente en el caso de que sepamos que hemos sido sancionados y queremos evitarlo, pero hay un problema en este sentido, y es que, si no recogemos estos certificados, pasan a ser publicados en los distintos boletines oficiales así como en el tablón de TESTRA, lo que significa que en cualquier caso se dará por notificado.
Una vez que recibamos la sanción, deberemos analizar si vamos a pagar o recurrir la multa.
¿Me interesa recurrir la multa?
Gracias a los distintos seguros de moto vamos a tener la posibilidad de elegir dos opciones que es, por una parte podemos asumir la culpa, de manera que tendremos un total de 20 días naturales para poder beneficiarnos de una reducción del 50% del importe total de la multa.
Por ejemplo, si la multa es de 200 €, en estos 20 días tan sólo tenemos que pagar 100 €. Sin embargo, a beneficiarnos en este sentido perdemos el derecho a presentar un recurso.
Por otra parte podemos presentar una reclamación, es decir, recurrir la multa, de manera que vamos a perder la posibilidad de acogernos a la reducción del 50%, con lo que tenemos que aportar toda la información necesaria a través de la cual podamos demostrar que no corresponde esta sanción.
Se procederá a establecer una resolución y, en el caso de que se nos dé la razón, evidentemente todo quedará ahí, pero en el caso contrario, es decir, si no es favorable la resolución, entonces podremos continuar con nuestras reclamaciones, pero ya no podemos utilizar la vía contencioso-administrativa, sino que tendremos que recurrir en este caso a los tribunales.
En estas circunstancias evidentemente tendremos que estudiar si realmente nos vale la pena, puesto que vamos a necesitar contratar un abogado y realizar una serie de trámites que van a requerir un cierto tiempo, de manera que, si se trata de una multa considerable, quizás pueda ser interesante, pero en caso contrario, aquí ya vamos a tener las manos atadas debido a que puede resultar bastante más caro el intentar defender nuestros derechos que el hecho de tener posibilidades reales de conseguir que finalmente nos acaben retirando esa multa.
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