Sanciones por utilizar detectores de radar ilegales

La ley es clara al respecto, el artículo 18.3 del Reglamento General de Circulación prohibe que en los vehículos "se instalen mecanismos o sistemas, se lleven instrumentos o se acondicionen de forma encaminada a eludir la vigilancia de los agentes de tráfico, o que se emitan o hagan señales con dicha finalidad, así como la utilización de mecanismos de detección de radar". Esto no incluye a los incorrectamente llamados detectores de radar que en realidad son aparatos GPS normales que incorporan la situación de los radares en su base de datos, ya que la misma Dirección General de Tráfico se encarga de publicar esta información.

Queda claro que tener un detector de radar es legal, tampoco se señala que sea ilegal tenerlo instalado en el coche, lo realmente ilegal es utilizarlo.

Este tipo de infracción se considera muy grave, y se sanciona con 150 euros de multa, la pérdida de dos puntos y una posible retirada del carné de entre uno y tres meses. Lógicamente la última medida, es decir, la posible retirada del carné de conducir, no se suele aplicar salvo que se trate de conductores infractores reincidentes.

Los detectores de antirradares ilegales

De momento la Guardia civil no dispone de detectores de antirradares ilegales. No obstante, la policía autónoma vasca, es decir, la Ertzaintza, los está probando con bastante éxito. En concreto está probando el modelo Spectre II RDD (ver foto). Este aparato avisa cuando localiza un automóvil que lleva instalado y en uso un detector de radares ilegal, detectando todo tipo de detectores, tanto los fijos, que suelen ir ocultos bajo el paragolpes delantero de los vehículos, como los portátiles, que se instalan sobre el salpicadero del coche. Ojo que estos detectores de detectores de radar también se están empezando a probar en Madrid, Cataluña, Navarra y Valencia.

Además, cuando un conductor es sorprendido con un detector de radar ilegal, aparte de ser sancionado según he indicado anteriormente, los agentes elaboran un informe en el que se incluye un reportaje fotográfico, retirando el permiso de circulación del coche, obligándo así al conductor a pasar una ITV extraordinaria que pruebe que el equipo antiradar ha sido retirado.